La felicidad es una decisión personal.

La felicidad no debe depender de nada, simplemente de la decisión de ser felices.

La felicidad no debe depender de mi salud, ni de si tengo o no pareja, ni de si mis expectativas o planes de vida se cumplen o no, o de si económicamente o profesionalmente estoy en donde quiero estar. En mi opinión, la felicidad es una decisión, y va más allá de lo que tengo, y esta más cerca de lo que soy con lo que tengo hoy.

Hoy puedo decir que mi salud esta muy bien, pero muchas veces me he preguntado, si en caso de que el cáncer regrese, ¿dejaré de ser feliz como lo soy ahora?. Y siempre llego a la misma conclusión y me recuerdo a mí misma, que no debo dejar que mi felicidad este en manos de mi salud, pues eso no depende de mí al 100%, en cambio mi felicidad sí es una decisión que debe depender de mí en su totalidad.

Es muy fácil ser feliz cuando todos los aspectos de tu vida están bien, lo difícil es lograr mantener esta felicidad cuando sientes que todo o algunas partes de tu vida se caen. Y no por eso quiero decir, que tenemos que sentirnos felices 24/7, eso no es algo realista, por supuesto se vale tener momentos de tristeza, enojo, nostalgia, miedo, etc. Sin embargo, yo me refiero a que debemos observar y admirar nuestra vida desde un panorama más alto, sin enfocarnos tanto en los detalles negativos que no son tan importantes, en comparación a la imagen completa (the big picture).

Alguna vez leí un libro que se llama el algoritmo de la felicidad de Mo Gawdat, y algo que me gusto mucho de ese libro es la manera en la que el autor explica y demuestra con el ejemplo, que aún teniendo un escenario tan difícil como la muerte de un hijo, se puede encontrar la felicidad, siempre y cuando decidas verla, porque siempre está ahí, solo debemos voltear al lado correcto.

La felicidad como resultado de la gratitud.

Algo que en lo personal me ha ayudado a encontrar felicidad en momentos difíciles es agradecer por lo que sí tengo en ese momento, dejando de lado el enfoque a lo que no tengo o me hace falta. Básicamente vivir en el presente, y estar agradecida con Dios y con la vida por lo que tengo hoy. Ver la vida desde ese enfoque, nos puede recordar todo lo bueno que sí tenemos y somos.

Creo que es muy importante saber diferenciar entre un estado de ánimo duradero y una emoción, pues la felicidad para mí tiene que ver más con algo duradero, es como un estado de paz o armonía conmigo misma, sin importar lo difícil que pueda verse la vida. Lo que trato de explicar con esto, es que uno puede ser feliz y al mismo tiempo sentirse enojada o triste por una situación momentánea, pero esa situación no me quita la felicidad.

Todos hemos escuchado decir cientos de veces, que la felicidad debe ser el camino y no el destino. Y esto es muy cierto, hoy en día, ¿cuántas personas no van por la vida caminando o corriendo, y haciendo cosas sin disfrutar el camino o proceso, creyendo que cuando lleguen a un punto determinado todo cambiará y tendrán una satisfacción y felicidad plena?

Cosas que pueden nublar la felicidad.

Una de las cosas que creo que a veces pueden nublar nuestra felicidad son las expectativas propias y de otros. Ojo no quiero decir que estas son malas, al contrario son necesarias en nuestras vidas, sin embargo, creo que debe haber un equilibrio entre las expectativas o ambiciones y lo que somos y tenemos en ese momento.

Siempre debemos buscar un balance entre las expectativas y la realidad en la que vivimos, pues nuestra felicidad no debe depender del futuro o de si cumplimos tal objetivo o no al 100%. Las expectativas son necesarias en la vida porque gracias a ellas crecemos, mejoramos, nos proponemos metas, tratamos de prepararnos para el futuro, etc. Sin embargo, no debemos dejar que nuestra felicidad dependa de algo que aún no existe y que no estamos seguros de que existirá, debemos intentar ser felices con lo que somos y tenemos hoy.

Encontrar la felicidad duradera, tiene que ver con el ejercicio diario de la gratitud. Empecemos agradeciendo por cosas que parecen sencillas pero no las son, como puede ser despertar un nuevo día.

Gracias por leerme hoy.

Laura