La peor noticia recibida, tienes melanoma.
Les contaré un poco los antecedentes…
Cuando iba en la Universidad me tuvieron que quitar un lunar por el pecho que era sospechoso por su color, tamaño, forma y sensación de picazón, sin embargo la conclusión fue que era un Spitz Nivo o Nevo de Spitz, es decir, un lunar benigno con muchas características similares a un melanoma o lunar maligno.
Aquí les pongo la definición adecuada.
Nevo o tumor de células epitelioides y fusiformes, melanoma benigno juvenil, seudomelanoma.
Este lunar siempre lo tuve, pero fue cambiando a lo largo del tiempo, hasta que un día recuerdo que me dio mucha comezón y fue cuando decidimos ir al dermatólogo. Me hicieron una biopsia del lunar, se mando a analizar con un patólogo y lo demás ya se los conte anteriormente.
Pasaron 5 años aproximadamente, y en 2015 me apareció una “bolita” por el cuello, la comencé a monitorear y al poco tiempo fuimos a México y aproveché para visitar al doctor. Fuimos con un oncólogo ya que siempre me han dicho que el oncólogo es el doctor dueño de las “bolas”. Recuerdo que en ese momento me sentí muy nerviosa por el simple hecho de ir con un especialista en cáncer , sin embargo, en esa ocasión todo salió bien.
Me checaron, me hicieron estudios (rayos x y ultrasonido), y al final me dijeron que todo estaba bien, que no era algo de que preocuparse y así fue como seguí con mi vida y con mi bolita durante un año más.
Después de visitar al doctor, regresamos a E.U y seguimos con nuestra vida, sin embargo yo no estaba tranquila, por alguna razón sentía que no era normal que mi bolita siguiera ahí, pero confié en que todo estaba bien, de todos modos ya me habían checado.
Durante la segunda mitad del año sentía que mi bolita estaba cambiando de forma, la sentía diferente, pero la posición en la que se encontraba hacia más difícil saberlo. En una ocasión me acuerdo que comenzó a dolerme, y en ese momento es cuando decidí visitar nuevamente al doctor, y esa misma semana viajé a México para darle seguimiento, recuerdo que estábamos a muy pocos días de Navidad.
El doctor me checo y recomendó programar una cirugía para retirar la bola, me hicieron estudios pre operatorios y a los pocos días ya estaba en cirugía, yo estaba muy nerviosa ya que era mi primer operación. Todo salió bien en la cirugía, sin embargo, faltaba lo más importante, esperar los resultados de patología los cuales entregaría después de varios días.
Y así llegó el 24 de Diciembre del 2016, un día que nunca olvidaremos.
Ese día en la mañana recibimos un email por parte de patología en donde decía que lo que me habían quitado era un tumor maligno de tipo melanoma, es decir, tenia cáncer de piel. Recuerdo que mi hermana fue la que me dio la noticia, porque mi mamá no podía con la situación.
Ese día fue muy difícil, me sentía como en una pesadilla, no me creía lo que estaba pasando, todos en mi familia estábamos muy tristes, recuerdo que lloramos, tratamos de reconfortarnos unos a los otros, sin embargo, en el fondo todos estábamos llenos de mucho mucho miedo .
Me acuerdo que ese día hicimos todo lo posible por no estar tan tristes, decidimos salir en familia para distraernos un poco y tratar de pasar una Navidad no tan dolorosa, sin embargo no puedo decir que fue la mejor Navidad de mi vida, pero tampoco ha sido la peor; creo que ha sido una de las Navidades con más sentido para mí, porque no olvidaré todo el esfuerzo que hicieron mis papás, mi hermana, mi cuñado, mis suegros, y mi esposo por hacerme sentir bien ese día.
Ese día comprendí que la vida es impredecible y que todo puede cambiar en un segundo, es por eso que valía la pena disfrutar esa Navidad como nunca, junto a toda mi familia. Yo sabía que a partir de ese momento mi vida iba a ser diferente y eso me llenaba de mucho miedo.
Me acuerdo que lloraba y lloraba, quería dormir para olvidar por unos momentos el dolor, el miedo y la tristeza que sentía. Sentía que mi vida se iba a terminar en ese momento, para mi cáncer era sinónimo de muerte inmediata, pero aquel día logré ponerme en pie para seguir adelante.
Los días siguientes fueron días llenos de preguntas y de cosas por hacer y resolver. Me acuerdo que a ratos mi mente se iba lejos, tratando de asimilar las cosas y regresaba a la “tierra” para informarse y decidir los pasos a seguir, ya que ese mundo nuevo y desconocido al que estábamos entrando no tenía ningún kit de bienvenida o manual de instrucciones.
Mi hermana es project manager, entonces entenderán que al despertar ya había una lista de los pasos a seguir y junta de consejo agendada para toda la familia en la sala.
Aquí les muestro parte del to-do-list que hicimos en familia.
- Hablar con el doctor para que nos explicará que se debía hacer después, recordemos que era 24 y 25 de Diciembre.
- Hacer cita para un PET scan, pagar y prepararme con las especificaciones de la dieta.
- Investigar opciones de seguros médicos que cubrieran enfermedades como el cáncer en Estados Unidos.
- Contratar el seguro médico ya elegido.
- Buscar los hospitales o clínicas dedicados a tratar el cáncer en mi ciudad.
- Buscar buenos doctores especialistas en cáncer de piel, en especial melanoma.
A los pocos días me hicieron el primer PET scan de mi vida, me entregaron los resultados y el doctor dijo que no había señal de cáncer en algún otro órgano, sin embargo, nos dijo que el melanoma es una cáncer muy agresivo por lo tanto había que hacer algo al respecto.
Y así, con esta nueva enfermedad, la información recopilada, nuevas preguntas y nuevos miedos, llené mi maleta para tomar un vuelo de vuelta a aquel lugar que era mi hogar, de la mano de mi esposo, despidiéndome de mis papás y hermana.
Algo que me ayudó muchísimo es que fue una etapa en la que nos mantuvimos muy ocupados con temas como el seguro, siempre informándonos, investigando y tratando de resolver todo para que me pudieran empezar a tratar los doctores aquí en Estados Unidos.
Veo en retrospectiva y me doy cuenta que he sido muy afortunada, no toda la gente que es diagnosticada con cáncer cuenta con las herramientas que yo tuve en ese momento, recursos económicos, acceso a doctores, la oportunidad de ser atendida en E.U, el apoyo incondicional de mi familia, etc. Y agradezco infinitamente a Dios por esto.
Si tú estas pasando por algo similar y estas solo, busca una red de apoyo que te ayude en este proceso tan difícil, siempre hay alguien con quien puedes contar, ya sea un familiar, un amigo, los mismos doctores, un grupo de gente que vive lo mismo que nosotros, etc.
Esta historia continuará …
Laura